Así eran los sacrificios humanos en la época inca
Los incas sí realizaban sacrificios humanos. Esta ceremonia se llamaba ‘capacocha’ que quiere decir ‘obligación real’. Consistía en un ritual de sacrificio de niños en los ‘apus’ o nevados más altos y difíciles del imperio inca. Hoy, debido a la geografía extrema de estos lugares, se ha podido hallar las momias de decenas de niños y niñas sacrificados en el incanato. Conoce en qué consistía esta práctica religiosa de gran importancia.
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La religión inca y los sacrificios humanos
La religión inca concebía que todas las entidades del universo tenían vida, en especial sus dioses: el sol, la tierra, las montañas, las estrellas, el rayo, etc.
Los dioses incas poseían ciertos rasgos parecidos a los humanos. Ellos se casaban, procreaban y solicitaban ofrendas. Las ofrendas más comunes eran pagos a la tierra, hojas de coca, cebo de llamas y sacrificios de animales.
En ocasiones muy especiales se realizaban los rituales de sacrificio de humanos. Este ritual se denominaba ‘capacocha’ y, según diversos estudios, se realizaba en honor al dios Huiracocha (el dios creador del mundo según la cosmovisión inca).
Capacocha proviene de dos vocablos de la lengua quechua que significa ‘obligación real’. Otras investigaciones señalan que su correcta interpretación es ‘culpa del soberano’ o ‘obligación del rey’.
Esta ceremonia consistía en llevar a las montañas o ‘apus’ más poderosos la ofrenda de los niños o niñas más bellos del imperio inca. Esta ofrenda era muy apreciada por los dioses quienes bendecían al pueblo inca con buenas cosechas y prosperidad.
Además la capacocha servía como un modo de dominación sobre los pueblos conquistados. Al realizar una ceremonia de gran importancia en una región lejana, los incas lograban integrar a las regiones conquistadas al nuevo sistema religioso incaico.
Así era el ritual de la capacocha
El ritual de la capacocha se realizaba en casos especiales de desastres naturales, pestes, erupciones volcánicas, sequías o por la coronación o muerte del emperador inca.
Desde las cuatro regiones del imperio incaico los nobles de cada etnia eran comunicados que debían ofrendar a su pequeño hijo o hija. Así los incas aseguraban la fidelidad de los pueblos conquistados.
La capacocha era una obligación real así que debía cumplirse porque era voluntad de los dioses. Los emisarios del inca se encargaban de trasladar a pie a los niños o niñas que iban a ser sacrificados.
El punto de reunión era el templo del Coricancha en la ciudad sagrada del Cusco. Allí el emperador inca lideraba las ceremonias que incluían comidas y bebidas para la población.
Luego los niños, junto a los sacerdotes y emisarios incas, debían partir en línea recta siguiendo el sistema de ceques (líneas sagradas imaginarias) a través de montañas, valles y nevados. La ruta era larga y penosa. Para que los niños la resistan mejor debían someterse a los efectos de la chicha y la hoja de coca.
Luego de varios meses de ruta el séquito inca llegaba a la montaña sagrada (apu) donde se debía realizar el sacrificio.
Durante toda la ruta los niños vestían las prendas más finos con joyas de oro, plata y piedras preciosas. Antes de su muerte eran adormecidos con chicha y hojas de coca. Al final un sacerdote inca consumía el sacrificio con un golpe fatal en la cabeza o simplemente los dejaban morir de congelamiento. Los niños eran enterrados en posición fetal con sus objetos más preciados.
Usualmente el ritual de la capacocha se realizaba en días especiales como la fiesta del qhapac Inti Raymi (fiesta del sol) o el Quilla Raymi (fiesta de la luna).
Los hallazgos de niños sacrificados más famosos
Estos son los hallazgos más famosos de niños sacrificados en el ritual de la capacocha:
- La dama de Ampato – En 1995, producto de erupciones del volcán Sabancaya (Arequipa) se realizaron trabajos de investigación descubriendo el cadáver de una niña congelada desde la época inca a la cual se le bautizó como ‘La momia Juanita’. Se sugiere que ella y otras dos niñas fueron sacrificadas producto de la erupción del volcán en 1450. La momia Juanita tenía 15 años aproximadamente. Estaba en un fardo funerario en posición fetal y cubierta por una manta fina. A pocos metros se halló a las otras dos niñas que también fueron parte de la ceremonia de la capacocha.
- La niña de Tanta Carhua – Este hallazgo se dio en el pueblo de Ocros en Ancash, Perú. Las crónicas dan cuenta de la historia de esta niña de 10 años que fue sacrificada en el rito de la capacocha. Su padre el cacique Caquepoma aceptó el ritual a cambio de una mejor posición social en el incanato. La niña fue enterrada y sepultada por piedras en una profundidad de 3 metros. Estaba adornada con joyas y ropas finas. La niña fue enterrada viva en lo alto de la montaña del señorío de Aisha y a su padre se le concedió el señorío de dicho lugar.
- El niño del Cerro El Plomo – Un grupo de arrieros chilenos hallaron la momia de un niño de aproximadamente nueva años en una de las altas montañas cercanas a la ciudad de Santiago de Chile. Su cuerpo estaba en buen estado de conservación debido a las bajas temperaturas de dicha montaña situada a 5,400 metros sobre el nivel del mar. Su descubrimiento fue un suceso mundial. El niño no presentaba indicios de un golpe o contusión fatal por lo que se cree que murió por congelamiento. La momia presentaba el rostro pintado de rojo y amarillo. Un pelo adornado con pequeñas trenzas y adornos de plata.
- Los niños de Salta – En la helada cumbre del Llullaillaco, en Salta – Argentina se halló en 1999 los cuerpos de dos niñas y un niño cuyo origen se remonta a la época inca. El arqueólogo norteamericano John Reinhard, a cargo de la investigación, los denominó como ‘El niño’, ‘La niña del rayo’ y ‘La doncella’. El lugar donde fueron hallados era un recinto ceremonial hecho con plataformas a más de 6,715 metros sobre el nivel del mar. Lo más llamativo de este descubrimiento fue el buen estado de conservación de los cuerpos y órganos. Incluso se halló restos de hojas de coca y chicha en el estómago y tracto digestivo. No se encontraron contusiones por lo que se cree que los niños murieron de congelamiento.
¿Dónde ver momias incas?
Estos son los museos de Sudamérica donde es posible ver momias reales sacrificadas en el ritual de la capacocha:
- El museo arqueológico de Alta Montaña de Salta en Argentina – Las momias de los niños de Salta.
- El museo nacional de historia natural de Chile – El niño del Cerro el Plomo.
- El museo de la universidad nacional de Cuyo en Argentina – El niño de Aconcagua.
- El museo de santuarios andinos de Arequipa en Perú – La momia Juanita y la momia Sarita.
- El museo de la universidad católica de Santa María en Arequipa en Perú – La momia Urpicha.
Preguntas y respuestas sobre los sacrificios humanos en la época inca
- ¿Los incas sacrificaban personas?
Los incas realizaban el sacrificio de niños mediante el ritual de la capacocha. Este sacrificio era una ofrenda muy especial a los dioses regionales o ‘huacas’ locales.
- ¿Qué era la capacocha en resumen?
El ritual de la capacocha (obligación real) era una ofrenda de sangre a las montañas o ‘apus’ más poderosos. La ofrenda era el sacrificio de los niños o niñas más bellos del imperio inca. Esta ofrenda era muy apreciada por los dioses quienes bendecían al pueblo inca con buenas cosechas y prosperidad.
- ¿Cuántos niños fueron sacrificados en la época inca?
No existe un dato oficial del número de sacrificios de niños en la época inca. Hasta hoy se han hallado veinte descubrimientos de niños sacrificados con este ritual (en Perú, Bolivia, Chile y Argentina).
- ¿Quién fue la momia Juanita?
La momia Juanita y dama de Ampato fue una niña de 15 años sacrificada en la época inca en lo alto del volcán Sabancaya en Arequipa. Actualmente se encuentra en el museo santuarios andinos de la ciudad de Arequipa.
- ¿Quiénes fueron los niños de Salta?
Los niños de Salta fueron tres niños sacrificados en las heladas cumbres del nevado Llullaillaco en Salta, Argentina. Los niños fueron bautizados como ‘El niño’, ‘La niña del rayo’ y ‘La doncella’. Actualmente sus momias están en el museo arqueológico de Alta Montaña en Salta, Argentina.
- ¿Quién fue el niño del cerro El Plomo?
El niño del cerro El Plomo tenía nueve años cuando fue sacrificado por los incas en el ritual de la capacocha en el cerro del mismo nombre en las periferias de la ciudad de Santiago de Chile. Actualmente la momia se encuentra en el museo nacional de historia natural de Chile.
- ¿Todavía se pueden descubrir más sacrificios de niños incas en Sudamérica?
Los incas realizaban los rituales de sacrificios de niños (la capacocha) en las montañas más inaccesibles del imperio por lo que los hallazgos son posibles pero difíciles. Además algunos restos de momias incas fueron saqueados y comercializados ilegalmente por los llamados ‘huaqueros’.
- ¿Dónde ver una momia inca?
Las momias incas más famosas pueden ser vistas en museos de Perú, Chile y Argentina como por ejemplo en: el museo de santuarios andinos de Arequipa en Perú, el museo arqueológico de Alta Montaña de Salta en Argentina o el museo nacional de historia natural de Chile.
- ¿Los incas sacrificaban animales?
Sí, los incas sacrificaban animales en los rituales de pagos a la tierra. Los animales sacrificados eran principalmente las llamas.
- ¿Por qué los incas sacrificaban humanos?
Los incas sacrificaban niños en el ritual de la capacocha como una ofrenda especial a sus dioses. Sin embargo, diversas investigaciones señalan que el objetivo también era dominar espiritualmente a los pueblos anexados al imperio. Los padres de los niños eran caciques que debían aceptar el ritual para formar parte de la nueva sociedad inca.